Horario de Atención: 9.00-18.00 Lun-Vie
Llámenos 961 847 489

Estamos en verano y las precauciones en cuanto a los cuidados de la piel se refiere tienen que ser más y mejores si queremos una piel hidratada. El calor, las altas temperaturas y ahora el usa de la mascarilla contribuyen a que nuestra piel se deshidrate y sea susceptible a resecarse, sufrir quemaduras o que puedan aparecer pequeñas lesiones.

Para mantener la piel hidratada, te comparto esta guía con 10 indicaciones a seguir.

Beber agua

En nuestra piel se encuentra entre el 15% y el 20% del agua de nuestro organismo, porcentaje que con la edad se va reduciendo, ya que se va perdiendo la capacidad de retenerla. Por ello, si quieres mantener una piel más flexible, firme y elástica, es fundamental hidratarte desde dentro.

Así pues, es recomendable beber al menos 1 litro y medio de agua al día (añadido al agua que ingieras con las comidas) para un correcto funcionamiento de nuestra piel.

Usar crema

Es un hábito que deberíamos hacer diariamente para mantener nuestra piel hidratada, sin excepción. El mejor momento es después de la ducha cuando aún la piel está un poco húmeda, ya que favorecerá a la retención de agua y el producto penetra mejor al tener los poros más abiertos.

En las zonas de piel más gruesas, expuestas al roce o la fricción como las plantas de los pies, rodillas y codos, convendrá hidratar la piel más a menudo y de forma más intensa, con cremas que contengan urea en concentraciones del 20 al 50% (si no las mantenemos bien hidratadas pueden llegar a fisurarse)

Exfoliar la piel

Con el paso de los años, la renovación celular y la descamación se ralentizan, lo que provoca un aspecto más seco y que comiencen a aparecer las temibles arrugas. Algunas células muertas no son renovadas ocasionando interrupciones en la comunicación intercelular con lo que la piel se deshidrata y pierde densidad. Esto produce una barrera en la dermis que acumula toxinas y que impide una correcta oxigenación de la misma.

La exfoliación periódica elimina este exceso de células muertas, mejorando la capacidad de hidratación de la piel, ya que podrá absorber mejor los principios activos de las cremas hidratantes. Es beneficioso exfoliar cada quince días, excluyendo el caso de las pieles sensibles donde este intervalo deberá ser mayor para no sufrir irritaciones.

Seleccionar el producto adecuado

No todos los productos serán igual de buenos para todo el mundo, depende del tipo de piel y de la marca. A veces es necesario ir probando hasta encontrar la que mejor se adecue a nosotros. Hay muchas cremas y lociones hidratantes en el mercado, tanto para rostro como para cuerpo; pero los componentes con que se elaboraron determinarán su potencia hidratante.

Hay compuestos que captan agua del exterior como el sorbitol, la glicerina, la urea o los alfa hidroxiácidos, mientras que otros previenen la pérdida de agua por oclusión física como la lanolina, siliconas, óxido de zinc y aceites minerales. También existen los que restauran el espacio entre las células del estrato córneo (la capa más externa de la piel) como los ácidos grasos, el colesterol, el ácido hialurónico y el escualeno.

No existen pieles iguales

Con esto quiero resaltar que la misma crema por muy ‘maravillosa’ que sea no funciona de la misma forma a dos personas diferentes.

Por ejemplo, conviene elegir lociones o serums, productos ligeros y oil free en las personas con pieles más grasas, cuya textura será más fluida y menos densa; o escoger cremas o bálsamos, por su contenido más graso, en los pacientes con pieles más secas.

La misma crema por muy ‘maravillosa’ que sea no funciona de la misma forma a dos personas diferentes.

Una buena alimentación

Para formar nuevas células y mantener nutrida nuestra piel, es esencial llevar una dieta equilibrada y variada en proteínas, vitaminas y ácidos grasos.

Y aquí un tip: las preparaciones orales con vitamina C, Vitamina B6, glicina y minerales con magnesio, calcio y hierro, que mejoran la hidratación del estrato córneo aproximadamente en un 30% después de 60 días. Estas propiedades puedes encontrarlas en alimentos como el chocolate negro, la avena, la zanahoria, la naranja, la palta, el tomate, el kiwi, los frutos rojos, el pepino y la nuez.

No consumir tabaco o alcohol

Nada nuevo, pues son de los mayores enemigos de la piel. La nicotina provoca la contracción de los vasos sanguíneos, disminuyendo el flujo de sangre y provocando la acumulación de sustancias nocivas. Asimismo, altera diferentes proteínas de los queratinocitos, que contribuyen al correcto mantenimiento de la barrera cutánea, y acelera el estrés oxidativo de las células.

El consumo de alcohol reduce los niveles de oxígeno en nuestra sangre y la producción de colágeno, además de los niveles de vitamina A. Por eso, al igual que el tabaco, contribuye al envejecimiento prematuro de la piel.

Dormir bien

El sueño es primordial en la recuperación de la función del sistema inmunitario, también podría afectar a la producción de colágeno el principal componente de nuestra piel. La falta de sueño provoca una rotura en la función barrera de nuestra piel y las mucosas. De ahí, la importancia de dormir al menos 8 horas.

Dejar que la piel respire

Nunca debes irte a la cama con la cara ‘sucia’ o maquillada, y con sucia, me refiero a las partículas de contaminación que, sin que lo notes, se depositan en tu rostro. Esto hace que tu piel tenga más problemas para ‘respirar’.

Debemos limpiar nuestra piel porque durante el día se acumulan partículas que provienen del ambiente que pueden favorecer la deshidratación y la desvitalización. Es preferible hacerlo a base de baños cortos con agua templada o fría porque el agua excesivamente caliente puede resecarla más.

Es importante el uso de jabones suaves (syndets) sin perfume, así como evitar esponjas o fricción excesiva, ya que alteran el manto hidrolipídico de la piel. Tampoco deben utilizarse lociones, tónicos o perfumes con alto contenido alcohólico.

No abusar del sol

El sol es lo que más reseca nuestra piel y es el mayor responsable de la pérdida de agua en la misma. Además, si no se toman las medidas adecuadas para protegernos del sol, puede resultar muy perjudicial.

Una sobreexposición crónica produce una degeneración del colágeno y la elastina. Es fundamental la aplicación de un fotoprotector solar a diario de mínimo un FPS 30+. Es para garantizar mayor protección frente a la radiación solar, así como aplicarla en todas las zonas expuestas (sin olvidarse de orejas, parte posterior del cuello, pies…) media hora antes de la exposición al sol y repetir cada 2 horas.

También es imprescindible evitar las horas centrales del día, al igual que no dejarse engañar por los días nublados porque recibimos la misma radiación ultravioleta.

—————-

Para obtener una cita de evaluación médica de cortesía:

Contáctese con nosotros al 961847489942272211
Whatsapp: 961847489946897040942272211

Visítenos:
  • Consultorio DRA. DENNISSE ARROYO – SAN ISIDRO : Arroyo: Av. Pablo Carriquiry 798 Corpac, San Isidro.
    Previa Cita : 961847489 – 98142802

Leave a reply